El interés por el arte despunto en paralelo al que la llevo a investigar sobre los cruces entre arte y antropología. Esa búsqueda la condujo hacia las producciones de los Tehuelches de la Patagonia. Y sobre los mantos rituales que ellos producían desarrollo su tesis y oriento su propia producción, un dialogo personal entre la artesanía y el arte contemporáneo. Sobre su trabajo, Marisa cuenta: "en la serie Guardianas me inspiro en los Quillangos, mantos de cueros que fueron la únicas prendas de abrigo utilizadas por los cazadores recolectores de la Patagonia, los Tehuelches. Para trabajar el tema desde la perspectiva de género, por eso, esta serie está compuesta por muñecas que representan a las mujeres tehuelches. Las muñecas como objeto, representan el primer juguete, el primer contacto de las niñas con su cultura. Las guardianas representan a la mujer y sus múltiples facetas, diosas que evocan al espíritu femenino y su naturaleza instintiva."

Marisa Mansilla participo de numerosas muestras en museos y galerías de varias provincias argentinas y en la ciudad de Chicago. En el 2016 el Ministerio de Cultura de la Nación le otorgo la beca para que desarrollara su propuesta “Que vuelvan las capas” en el seno de la comunidad Tehuelche. En paralelo, realiza distintas experiencias docentes en torno a la antropología de los objetos. Hace muchos años Marisa dejo la ciudad para refugiarse junto a su familia en su casa-taller de los Quimbaletes, en las sierras cordobesas.

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